Burnout

El síndrome de burnout o “síndrome del trabajador quemado” hace referencia a la cronificación del estrés laboral. Este se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo y llega a alterar la personalidad y autoestima del trabajador. Es un proceso en el que progresivamente el trabajador sufre una pérdida del interés por sus tareas y va desarrollando una reacción psicológica negativa hacia su ocupación laboral.

Causas del sindrome de burnout

El principal detonante del síndrome del burnout son unas malas condiciones de trabajo. Altos niveles de estrés crónico, la sobrecarga laboral, la poca autonomía, la falta de reconocimiento, las malas relaciones personales o la falta de apoyo son solo algunos de los factores de riesgo que pueden llevar a un trabajador a sufrir el síndrome del quemado o síndrome de desgaste profesional.

1. Mala organización en la empresa y falta de control

Que exista un exceso de carga de trabajo y el trabajador nunca salga a su hora, que se tenga que llevar trabajo a casa, o que no exista una desconexión digital real puede elevar considerablemente los niveles de estrés.

En general, las dinámicas de trabajo disfuncionales (estilos deficientes de liderazgo, poco apoyo, poca atención de los superiores, exceso de burocracia o deficiencias en la definición del puesto) tienen una influencia muy negativa en el estado anímico de los trabajadores.

2. Expectativas laborales poco claras

La incertidumbre en cuanto a lo que se espera en el trabajo es un factor significativo para el desarrollo del burnout. Cuando los empleados no tienen una comprensión clara de sus roles, objetivos o responsabilidades, se enfrentan a una constante sensación de estar navegando a ciegas. Esto se agrava aún más cuando las expectativas cambian frecuentemente, sin suficiente comunicación o preparación. Esta situación lleva a la confusión y a un esfuerzo constante por adaptarse, lo que puede ser increíblemente frustrante y estresante.

3. Características personales del trabajador

Un mal ajuste laboral, bien porque el trabajo no se ajusta a tus intereses o porque no tienes las habilidades necesarias, es otro de los motivos que pueden afectar al estado emocional de un trabajador. Las expectativas en un trabajo concreto también son importantes, ya que a veces no coinciden con la realidad y provocan que no haya una buena adaptación al entorno laboral. En ese momento es cuando pueden empezar a aparecer los primeros síntomas de ansiedad o apatía, por ejemplo.

Del mismo modo, hay características personales que pueden hacer que haya personas más propensas al síndrome. Las personas conformistas, inseguras, demasiado perfeccionistas o con baja autoestima tienen más probabilidades de sufrir ansiedad cuando están sometidas a altos niveles de estrés.

4. Desequilibrio entre vida personal y laboral

Un exceso de carga laboral provocará la falta de tiempo para disfrutar de tiempo libre o en familia. Por eso es importante que pueda existir una buena conciliación entre la vida laboral y la personal, y que no se produzca un desequilibrio que desemboque en un exceso de estrés. Aunque la llegada del teletrabajo puede haber paliado esta problemática en gran medida, es fundamental saber cómo mantener la motivación en el teletrabajo, y así no caer en malos hábitos que impidan separar el trabajo de la vida personal.

5. Ambientes de trabajo tóxicos o de alta presión

Sin duda un caldo de cultivo para el estrés y el agotamiento. En tales entornos, los empleados pueden sentirse constantemente bajo el escrutinio, enfrentar críticas injustas o una excesiva competencia entre colegas. Esto no solo aumenta el estrés, sino que también puede provocar miedo, ansiedad y un sentimiento de inseguridad en el trabajo. La alta presión para cumplir con objetivos poco realistas o trabajar bajo demandas constantemente elevadas sin el apoyo adecuado también contribuye al agotamiento, deteriorando la salud mental y física de los empleados y disminuyendo su satisfacción laboral general.

6. Falta de reconocimiento o recompensas

La ausencia de reconocimiento o recompensas adecuadas por el trabajo bien hecho es otra causa importante del burnout. Cuando los empleados trabajan arduamente y no reciben el reconocimiento o la apreciación que merecen, pueden comenzar a sentir que sus esfuerzos son en vano. Esto no solo reduce la moral y la motivación, sino que también puede llevar a la desilusión y al cinismo hacia el empleador o la organización. La falta de incentivos tangibles, como bonificaciones o promociones, y la ausencia de retroalimentación positiva pueden hacer que los empleados se sientan infravalorados y desmotivados, reduciendo su compromiso y productividad, y aumentando las posibilidades de agotamiento emocional y profesional

Fases del sindrome de burnout

l síndrome de burnout es un proceso que atraviesa varias etapas, cada una con sus propias características y desafíos. Reconocer estas fases no solo es crucial para aquellos que experimentan el burnout, sino también para los líderes de equipo, ya que les permite intervenir tempranamente y prevenir que la situación empeore. A continuación, exploraremos con mayor profundidad las cinco fases del burnout:

Fase inicial o de entusiasmo

En esta etapa, el trabajador se encuentra en un nuevo proyecto o empleo y experimenta un alto nivel de entusiasmo. Las expectativas son altas, y la motivación es palpable. Sin embargo, este entusiasmo puede ser efímero si no se maneja adecuadamente.

Fase de estancamiento

A medida que avanza el tiempo, el trabajador comienza a enfrentarse a demandas y desafíos que ponen a prueba su capacidad. En esta fase, surgen dudas sobre su competencia para enfrentar eficazmente estas demandas, lo que conlleva a sentir estrés y ansiedad.

Fase de frustración

Aquí es donde el síndrome de burnout comienza a manifestarse de manera más evidente. La frustración se apodera del individuo, y la motivación inicial comienza a desvanecerse. El trabajador puede sentirse abrumado por las exigencias del trabajo y puede experimentar dificultades para mantener su nivel de rendimiento.

Fase de apatía

En esta fase, el trabajo pierde su significado y propósito. El individuo experimenta una profunda falta de realización profesional y puede comenzar a desvincularse emocionalmente de sus responsabilidades laborales. Esto se refleja en una disminución significativa en la productividad y un marcado desinterés por las tareas laborales.

Fase de quemado o burnout

Esta es la fase más crítica del síndrome de burnout, donde las consecuencias del agotamiento mental y emocional son más evidentes. El individuo puede experimentar un colapso completo, manifestado en síntomas físicos y emocionales graves. En este punto, es común que el trabajador se ausente del trabajo o busque un cambio radical en su situación laboral para intentar recuperarse.

Reconocer estas fases y actuar en consecuencia es esencial para abordar el síndrome de burnout de manera efectiva. Los líderes de equipo y los profesionales de recursos humanos tienen un papel fundamental en la implementación de estrategias preventivas y de intervención que protejan la salud y el bienestar de los trabajadores en todas las etapas de su carrera profesional.

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