¿Cómo fortalecer la cultura organizacional en tiempos de trabajo remoto?

La pregunta hoy es: si ya nos ocupamos de la cultura organizacional en los tiempos pre-pandemia, ¿Cómo hacemos ahora para mantenerla, construirla o mejorarla en tiempos donde muchos colaboradores están en sus casas, trabajando desde hace meses, sin estar juntos, sin los eventos típicos y rituales que los definían, que los diferenciaban y que los comprometían?

Estas preguntas se las están haciendo todos los líderes que, preocupados por perder su identidad corporativa, buscan nuevos medios para diferenciarse ante una experiencia del colaborador lejana y “plana”, que arranca en sus propios hogares.

A continuación, analizaremos algunos elementos e ideas que deberíamos contemplar para mantener la cultura de la organización, aun laborando remotamente.

  1. Conecta con el propósito de la empresa.
    Este tiempo es una excelente oportunidad para colocar al propósito al frente, así como en el centro de la corporación y conectar el por qué y para qué en momentos donde la gente más lo necesita. Es un anclaje emocional que nos alinea como organización y nos compromete como personas. Es un factor clave para retener a las nuevas generaciones.
  2. Genera conexiones nuevas y fuertes.
    La cultura organizacional son aquellos valores, prioridades e intereses que generan pertenencia y una conexión única en los colaboradores. Es importante asegurar estos puntos únicos de conexión que serán compartidos por los nuevos y diferentes grupos de empleados con los que regresaremos en la post-pandemia.
  3. Comunica diferente… y escucha.
    La comunicación es la sangre de la organización. Los mensajes llevan emociones, ideas y sueños a todos. Cada vez más, la comunicación segmentada, honesta, directa, relevante e incluyente es fundamental para mantener unido a todo el sistema organizacional.
    Analizar qué y cómo estás comunicando hacia arriba, hacia los lados y hacia abajo, hacia dentro y afuera es fundamental para que los mensajes clave lleguen e impacten positivamente a todos los grupos de interés. Ante todo: escucha más y mejor.
  4. Mantén los rituales clave de la organización.
    Identifica esos rituales que eran únicos e intenta replicarlos, o desarrolla varios nuevos. Diversos estudios demuestran que entregar un paquete de productos a la casa del colaborador, aumentó su compromiso un 17 por ciento. Las plataformas digitales de colaboración, la mayoría de ellas gratuitas, nos permiten llevar a cabo actividades y sesiones de equipo, hacer concursos y planificar eventos sociales de manera divertida y remota.
  5. Involucra más a los equipos para definir los «cómo».
    Este momento en el que los líderes no tienen todas las respuestas es una oportunidad para involucrar a todos para encontrar los “cómo”. Es una oportunidad para fortalecer la cultura de participación e inclusión, utilizando la innovación y creatividad para poner las mejores ideas de todos al servicio de la compañía.
    Esta oportunidad nivela la contribución de grupos o personalidades que no sabían o querían participar, generando igualdad de circunstancias y posibilidades para todos. Estos procesos fortalecerán y permanecerán una vez que esto pase y generará un capital intelectual invaluable para la firma.
  6. Mejora el reconocimiento formal e informal.
    Los modelos pre-pandemia y los actuales ya no funcionan. Las métricas y los KPI han cambiado, así como se han acortado los tiempos con que los mirábamos y eran relevantes.
    Algunos de los procesos críticos para mantener una cultura fuerte son el reconocimiento y las recompensas.
    Debemos reconocer la resiliencia, las metas semanales, los logros pequeños y grandes, así como la colaboración para generar un ambiente de motivación en los equipos donde cada día parece el mismo y donde la gente espera señales positivas ante una incertidumbre constante.

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