Administrar un negocio requiere definir un modelo de gestión adecuado a sus objetivos y al ADN de la organización. Por lo tanto, la gestión organizacional de una empresa es decisiva para que pueda alcanzar altos niveles de excelencia, ganar la preferencia del público y ser más competitiva.
En este sentido, existen diferentes tipos de gestión organizacional que la empresa puede adoptar.
La gestión organizacional es responsable de definir procesos y promover el control y la asignación adecuada de recursos, ya sean financieros, materiales, tecnológicos o humanos. La gestión, cuando se hace bien, es lo que mantiene a la empresa funcionando de manera organizada y armoniosa.
Es a través de la gestión de alto nivel que la empresa puede ser más competitiva, productiva y sostenible.
Existen diferentes tipos de gestión organizacional y la elección de la más adecuada dependerá de una serie de factores y particularidades de la empresa. Se pueden combinar los distintos modelos de gestión según cual sea la estrategia de cada negocio o área.
4 modelos de gestión organizacional
Mostramos a continuación 4 ejemplos de modelos de gestión organizacional y así podrás comprobar cuál se adapta mejor a tu negocio.
– Gestión por resultados
La gestión basada en resultados se basa en las metas y objetivos de la organización, que deben estar de acuerdo con la planificación estratégica. La idea de este modelo de gestión es involucrar a gerencia y colaboradores en la definición y búsqueda de resultados previamente establecidos. Dichos resultados deben ser monitorizados constantemente. En este tipo de gestión, el resultado logrado es más importante que el método utilizado para lograrlo. Los objetivos, que son el foco de la Gestión por Resultados, se definen para los diferentes niveles organizacionales.
– Gestión democrática
En la gestión democrática, los empleados participan en los procesos de toma de decisiones y participan activamente en la definición de estrategias. Este modelo de gestión considera el capital intelectual de la empresa, buscando construir una relación más cercana con los empleados. Este tipo de modelo se utiliza sobre todo para empresas cooperativas, o bien para empresas con alto nivel de desarrollo humano.
En la gestión democrática, los empleados se enfrentan a un determinado problema y, en función de la misión, la visión y los valores de la organización, necesitan encontrar una solución creativa.
– Gestión basada en procesos
La gestión de procesos se centra en la mejora constante de los procesos organizacionales. La empresa que adopta este modelo busca monitorear y evaluar el desempeño de los procesos y estandarizarlos, además de identificar e implementar siempre las mejores prácticas.
En este tipo de gestión, también buscamos mejorar la relación entre los diferentes sectores de la empresa, sistematizar los flujos de trabajo y reducir los costos. Con un enfoque en la mejora continua de procesos, la empresa puede ofrecer productos y servicios con un alto nivel de calidad.
– Gestión centralizada
Si en el modelo anterior se compartía el poder de decisión, aquí la decisión se concentra en la figura del líder. En la gestión centralizada, el gerente es el centro de todo. Define los objetivos, delega responsabilidades, controla el rendimiento, proporciona pautas y decide sobre todo.
Aunque parezca un poco radical, este tipo de gestión es muy recomendable cuando el equipo está compuesto por profesionales sin experiencia o poco calificados. Por lo tanto, corresponde al gerente tomar las riendas y guiar a los empleados.
La elección de los modelos de gestión organizacional dependerá de diferentes factores, principalmente los objetivos estratégicos de su empresa. Por lo tanto, no existe un tipo ideal de gestión.