No es lo que sabes, sino lo que haces

“Lo que hacemos y hacemos otra vez, eso es lo que somos. La excelencia por tanto no es una acción, es un hábito.”

-Aristóteles

¿Alguna vez has intentado hacer algo, queriendo en verdad hacerlo, pero no lo llevaste a cabo y luego tuviste que sufrir las consecuencias?

A las empresas les pasa igual. Tú sabes bien qué es lo que distingue a tu compañía de las demás. Y sabes lo suficiente sobre generar valor como para tener un amplio acervo de buenas intenciones Pero ¿qué se hace en realidad?

Irónicamente, el primer paso para crear valor es detenerse. Identifica y elimina cualquier comportamiento que te impida lograr más.

Sorpresa: muchos de esos comportamientos destructivos se disfrazan como parte del quehacer cotidiano. ¿Dónde nacen y se multiplican? En algunos lugares obvios como la planeación estratégica, en cómo se interactúa con las partes interesadas, y en cómo se mide y evalúa el desempeño.

Pero también se encuentran en lugares menos obvios, como la manera como hablas sobre lo que has hecho y lo que planeas hacer, y la forma como compartes la responsabilidad y la rendición de cuentas por la generación de valor.

Tú conoces las señales: rigidez, tendencia a sobre complicar las cosas, necesidad de presentar muy sutilmente lo que es obvio, iniciativas y recursos mal alineados, pensar a corto plazo y una lista larga de etcéteras.

Si bien no hay cura milagrosa, hay acciones que puedes poner en práctica:

  • Traduce su visión en unos cuantos objetivos tangibles.
  • Realinea tus iniciativas con estrategias que te encaminen claramente a esos objetivos.
  • Adopta hábitos críticos que puedas utilizar para despojarte de los comportamientos que inhiben el valor.

Si estás buscando soluciones fáciles para una empresa más sana, no las encontrarás aquí. Pero sí hallarás consejos concretos para lograr un cambio real que genere valor real.

En Jay Consultores liberamos el potencial de las personas